viernes, 14 de marzo de 2008

Una sola vez

Nunca más volverán los 17. Ya fueron y ya no son. El castigo de crecer y verte nuevo: diferente, cambiado, maduro. La evolución y el tiempo: cuchillos afilados de historia, de pasado y de futuro. Viento de cambio, recuerdo atrapado en la edad, y el porvenir en el mañana. Con cada sol, se desgastan las sombras, la edad, el cuerpo, el amor, la vida. Crecemos al caer el sol y viendo al mundo envuelto en opaca neblina de noche. Nostalgia de ver lo ya visto y sentir lo ya sentido. Respirar y exhalar. Una vez más, y otra, y otra. Tan sólo reír, y hacerlo hasta que se acabe la risa. La vida y la muerte recorren juntas el mismo camino, y al final, la vida sigue siendo un instante de flores perfumadas, aliento de un ocaso, brisa fresca de verano. Y hoy, casi 20. Casi…pero vivo.

No hay comentarios.: