sábado, 1 de julio de 2006

Raices...

La palabra basura proviene del latín versūra, derivado de verrĕre, que significa "barrer". Por esto se puede decir que el significado original fue "lo que se ha barrido".La basura no es nueva, nació con el hombre. Conocer la historia de la basura es conocer la historia del mundo ordinario, el de todos los días, en donde resolver los problemas que se generan del desecho diario es un verdadero reto. Y es que conforme ha avanzado la civilización, también se ha ido haciendo más compleja la eliminación de residuos, por las grandes cantidades que a diario se manejan no solo en nuestra ciudad, sino en todo el mundo. La influencia del hombre sobre el equilibrio ecológico data de su aparición sobre la Tierra y ha supuesto una regresión de los sistemas naturales en relación con el estado que se podría suponer más probable, si la especie humana no hubiera existido o no hubiera estado presente en la biosfera terrestre. Recordando un poco de nuestras raíces, vemos a través de los escritos y evidencias de nuestros antepasados Mexicas, la existencia de una diosa que bien podría ser concebida como: la diosa de la basura. Tlazoltéotl era la diosa encargada de limpiar la suciedad, la basura humana y la culpa del amor carnal. Los Mexicas limpiaban escrupulosamente sus casas, calles, templos, azoteas, patios y habitaciones, de la misma manera como hacían su limpieza corporal. Tenían una fiesta en la cual se hacía un barrido general y obligatorio, la de “Ochpaniztli”, en donde dejaban completamente limpios, desde el Templo Mayor hasta las chozas mas pequeñas de la ciudad, de manera que todo era desempolvado y lavado, parte por parte. De ellos se dice, conservamos la costumbre que se tenía de barrer las calles de la ciudad antes de que amaneciera. Cuando llegaron los españoles, traerían costumbres contrarias a ésta limpieza, y de hecho, provocarían enfermedades y epidemias muchas veces debido a esta falta de sanidad que los mexicas tenían para sí mismos y su entorno, misma que hoy en día los mexicanos deberíamos practicar, en honra al pueblo que nos defendió de aquellos sinvergüenzas que, tras iniciar el mestizaje, volvieron de nuestra antigua ciudad, un basurero con el paso de los años. Así, los padres Mexicas, recomendaban a sus hijas que fueran limpias, se lavaran la cara, manos y boca y que de noche se levantaran, velaran, barrieran y no fueran perezosas con el fin de llevar una buena relación con su marido. La limpieza en la ropa personal significaba honestidad, lo contrario era lo bajo, lo vil. A los hombres se les recomendaba mantenerse limpios como símbolo de honestidad y como condición para poder dirigirse a los dioses. Pese a que había diferencias entre los hijos de los nobles que asistían al calmécac donde se les daba educación sobre las artes, historia y religión, también efectuaban trabajos de limpieza al igual que los jóvenes que ingresaban al telpochcalli a recibir educación para las obras públicas y la guerra, a los cuales se les asignaban el dragado de canales y limpieza de las calles. En la época de Moctezuma Xocoyotzin, Tenochtitlán semejaba ser un espejo de tanta limpieza que tenía. Cuentan los historiadores que el emperador se bañaba todos los días, a veces más de una vez, por lo cual tenía muchos baños en sus palacios. No le gustaba ver ociosa a su gente, a la que ponía a barrer para mantener limpia la ciudad y agradar a los dioses. Pero a la llegada de los españoles y después de la batalla y la masacre, Tenochtitlán se convirtió en un lugar con olor a muertos, destrucción, sangre y suciedad. Se acabó la armonía, la limpieza y la salud en esta gran ciudad. La tarea de intentar limpiar vendría después, con la organización implantada por los virreyes para intentar hacer del sitio, un lugar habitable y con reglas para tratar de sobrevivir a las pestes e infecciones. Lo cierto es que después de la era Mexica, no ha vuelto a haber tanta cultura sobre la higiene y conciencia ambiental que hoy en día se busca en la sociedad. Hay veces que las soluciones a nuestro presente implican echar un vistazo a nuestro pasado…a nuestras raíces.