martes, 14 de abril de 2009

Es una lástima

Es una lástima que no estés conmigo esta noche.

Preparé la cena, compré un par de velas y pensé que sería bueno escuchar a Bach para variar.
Es una lástima que al mirar el reloj sólo vea tu reflejo que no llega, y el silencio, siempre el silencio.

Porque hoy aprendí que esperar no siempre alivia el fuego de la insatisfacción, de la ausencia, de la necesidad de vocalizar los latidos del momento.

Podría escribir las brasas de tu nombre y esperar que llamaras a la puerta,
que te acercaras en medio del aire y me dieras mil razones para creer que hoy te quiero más que nunca.

Es una lástima que siga viendo el reloj después de todo, y que piense,
por un momento, que tal vez llegarás tarde.

Voy a salir a dar un paseo, lo necesito.