viernes, 14 de marzo de 2008

Eterna vigilia

¿Qué descanso puede tener el domador, si al querer dormir, las letras amenazan con asesinarle? Más al dormir podemos ver más mundos de los que el ojo humano muestra rencoroso, y así empaparnos de vida. No. No daré tregua. Si al escribir muero, será en la batalla. Mientras, tendrán que vivir a los pies de mi pluma.

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