viernes, 26 de septiembre de 2008

Desvalido

Qué voy a hacer contigo, desvalido corazón mío. Los lunes pasa el señor de la basura. Se lleva todo, hasta a si mismo. Los viernes, mi cuerpo cansado, alcoholizado de tus besos, libera el temblor de la semana que se acumula y empieza maravillas. No puedo tirarte, ni hacer de mi memoria un derrumbe de recuerdos. A veces necesito de ti todo, del latido de tus manos en mi pecho, de los colores que dibuja tu mirada. Podrías quedarte aquí los martes, cuando nada pasa, y el dolor descansa. Vete el miércoles, cuando los monstruos se asoman y el tirano es mi propia vida. Podrías regresar un domingo como hoy, y volverte mi mano suelta, que escribe en tu deseo de liberarme. Y en la condena de las semanas, al hablarle a mis manos de las tuyas, con los días contando mis latidos, en las horas que me espera la muerte, vuelvo en mi tristeza a entender porqué estoy vivo.

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