domingo, 29 de junio de 2008

Uno de mis miedos

Que quede claro: ¡no te tengo miedo! Hoy eres un extraño, buscando quién lo escuche y lo mutile con chorros de tinta. Ayer eras mi secreto mejor guardado, en cada trazo y en el eco de tus líneas. No te extraño, pero a veces te veo y en un arrebato forzo una letra, pálida y sin vida…y ahí queda, inerte. Puedo ver cómo la absorbes y la tratas con indiferencia. Por eso odio el papel, las letras y su hipócrita convivencia, con esos minutos de amoríos tan falsos y sonrisas que se desbaratan como hebras del llanto. Por eso no escribo, para desearte mañana. Hoy te odio, y te amo.

No hay comentarios.: